¿Te gustaría vender un producto o servicio a la velocidad de un rayo? Entonces, deberías usar marketing mix porque si no difícilmente podrías lograrlo. Y no solo eso, sino que también estarías perdiendo tiempo y dinero además de la valiosa oportunidad de ver tus sueños hechos realidad. Pero no te preocupes porque hoy te vamos a enseñar de qué trata esta estupenda estrategia.
Entre otras cosas conocerás que es, sus variables, pero lo más importante la manera como podrás aplicarlo en tu empresa para que te dé resultados. De este modo, tú también pasarías a ser parte de ese grupo de personas que les encanta trabajar con eficiencia aprovechando al máximo todos los recursos. Así que prepárate a recibir información de calidad que te será de gran utilidad.
¿Qué es?
Supongamos que te gustaría vender helados desde tu casa, pero hay otros vecinos que también hacen lo mismo. Pues, el marketing mix no es más que esa estrategia que deberás usar para que la mayoría de las personas te compren a ti y no a ellos. Tan sencillo como eso. De manera que, tendrías que valerte de varios recursos para resaltar y hacerte más visible que los demás.
En ese sentido, deberás elaborar tus helados con los sabores que les gustan a las personas, así como ponerlos a su alcance de forma cómoda. Además, tenerlos siempre a la disposición cuando lo necesiten y a un precio razonable que corresponda con su calidad. Pero, para que todo eso pueda ser realidad estarías en la obligación de conocer todos los aspectos del plan de negocios.
De otra manera, estarías perdiendo tu tiempo tratando de hacerte notar en un mundo cada más competitivo. Más aún si llegases a cometer el error de elaborar tus helados sin antes conocer con anterioridad cuales serían los sabores que prefieren las personas. Eso explicaría por qué el marketing mix se enfoca en analizar el comportamiento del mercado y de los consumidores.
Porque con ello lo que se pretende es la creación de un plan de acción que busque retener los clientes, pero además incentivar su fidelidad. Y, ¿cómo se lograría alcanzar ese sueño tan anhelado? Pues, sencillo. A través de la plena y completa satisfacción de sus necesidades mediante la correcta aplicación de las herramientas y variables que suministra el marketing mix.
Variables
Como te lo he venido adelantando ¿de qué vale elaborar un producto o prestar un servicio sin antes conocer en realidad que necesitan tus clientes? Pues, si estas interesado en el marketing mix es porque en realidad quieres hacer las cosas bien hechas en ese sentido. Y es que trabajarías con cuatro elementos estratégicos conocidos como las cuatro P: producto, precio, plaza y promoción.
De esta manera, te estarías apuntando a darle a tu negocio ese rostro de éxito que tanto lo favorecería.
Sin más preámbulo, veamos de qué tratan tales variables.
Producto
Un producto que bien pudiera tratarse de bienes o servicios es como una flor que crece, madura y luego se marchita. De modo que, lo primero con lo que deberás familiarizarte en su fase de desarrollo sería con su ciclo de vida. Así, sabrías identificar ese momento amargo en el que las ventas comenzarían a disminuir y que te obligarían a tomar medidas para intentar detenerlo.
Y en ese caso, la forma como te reinventes sería la clave ya que te permitiría diferenciarte de tus competidores. Es decir, te blindaría ante esa pregunta a veces intimidante del consumidor ¿qué me ofreces tú que no me pueda dar otro? En tal sentido y si estuvieras vendiendo helados lo recomendable sería ampliar tu actual gama de sabores y adaptarla a los nuevos gustos.
E incluso, podrías optar por la combinación de sabores además de la incorporación de aditivos como syrop, leche condensada, así como cestas de galleta, entre otros. Y así como estos atributos, cualquier otro que logre captar la atención del consumidor. Pero lo más importante, sin perder de vista las categorías o estratos a los cuales iría dirigido el producto ya que ello te daría orientación.
Y hablando de visión integral, no deja de ser importante dar respuesta a interrogantes como las siguientes que contribuirían a desarrollar tu producto adecuadamente:
- ¿Qué desea obtener exactamente el cliente del servicio o producto?
- ¿De qué manera le daría uso?
- ¿Dónde lo usaría?
- ¿Qué cualidades debe tener el producto para estar a la altura de las necesidades del cliente?
- ¿Hay algún atributo que haría falta pero que no ha sido incorporado?
- ¿Estas agregando elementos al producto que estarían de más?
- ¿Cómo llamarías al producto?
- ¿El nombre seleccionado suena agradable?
- ¿En qué presentaciones se encuentra disponible?
- ¿Qué rasgos permiten diferenciar al producto de la competencia?
- ¿La apariencia del producto es la más adecuada?
Considerando entonces tales incógnitas al desarrollar tu producto, mucho sería lo bien que podrías posicionarte en la mente de los consumidores. De manera que, préstales suma atención si es que en realidad no te gustaría morir en el intento en tu carrera por posicionar tu producto o marca.
Precio
Es otra variable con la cual deberás manejarte cuidadosamente ya que de ella depende la buena imagen que pueda ofrecer el bien o servicio que ofrezcas. Y esto aplicaría bien sea que asignes un precio muy bajo lo cual no te favorecería ya que los clientes podrían asociarlo con baja calidad. O, por el contrario, que fijes montos elevados nada asociados con los beneficios que ofrece tu producto.
De allí la importancia de familiarizarte lo mejor que puedas con los precios que maneja la competencia. Ya que esto sería un buen punto de partida para comenzar a moldear tu producto con una forma que sea apetecible ante los ojos del público. Y es que hacerlo de la manera apropiada garantizaría no solo el beneficio de tu negocio sino también su supervivencia.
Esto explicaría por qué dentro del plan de marketing y de la definición del marketing mix, es uno de los componentes más importantes. Pero, ¿cómo no ser así? si un simple ajuste, sea malo o bueno, inmediatamente impactaría en toda la estrategia así como en el volumen de ventas y demanda del producto. En consecuencia, deberás esforzarte para que el cliente pague por lo justo.
De otra forma, las posibilidades de que tu mercado objetivo esté dispuesto a invertir en lo que les ofrece serían escasas. Sobre todo, si tu negocio apenas esté alzando vuelo y no cuente aún con un nombre fuerte que penetre la mente del público. Así que, no te queda más remedio que hacer lo necesario para que las personas estén dispuestas a pagar lo que sea por tu bien o servicio.
Y una buena vía para lograrlo sería haciendo que todos perciban de manera favorable y beneficiosa el valor contenido en lo que ofreces. En ese sentido, tienes a tu disposición tres estrategias esenciales como serían penetración de mercado, mercado y neutros. De igual manera, podrías valerte de algunas interrogantes que te darían la orientación necesaria para fijar precios.
Entre ellas estarían:
- ¿Cuánto invertiste en la elaboración del producto?
- ¿Qué valor perciben las personas de tu producto?
- ¿Consideras que una leve disminución de los precios contribuiría a que te hagas de una buena porción de la torta del mercado?
- ¿Tu precio actual cuenta con la capacidad de mantenerse vigente con respecto a los que haya fijado la competencia?
Lugar de colocación del producto
La única de forma de que las personas se fijen en tu producto es poniéndoselo en su camino. Y no solo eso, sino que, además, lo distribuyas justo en ese lugar al cual puedan acceder todos los interesados sin ningún tipo de obstáculos. Pero, de no conocer a cabalidad el mercado objetivo mediante un adecuado estudio, difícilmente podrías lograr tu cometido en ese particular.
Porque, ¿cómo podrían disfrutar las personas oportunamente de cualquier bien o servicio si no se cuentan con canales de distribución y posicionamiento eficientes? Y eso solo podrías verlo claramente entendiendo desde adentro hacia afuera y no al revés ese segmento del mercado a quien iría dirigido tu producto. De hecho, estrategias de distribución sobran como las que siguen:
- Distribución intensiva
- Distribución exclusiva
- Distribución selectiva.
- Franquiciamiento
Por cierto, y tal cual hicimos con el producto y el precio asimismo existen algunas interrogantes que te ayudarán a definir de mejor manera la plaza. Así, créeme que te será más sencillo definir ese lugar soñado donde tu producto esté a la vista de todos aquellos para quienes fue creado. Veamos entonces cuáles serían esas preguntas interesantes:
- ¿A dónde acude tu público objetivo cuando buscan el servicio o producto que ofreces?
- ¿Qué tipo de establecimientos comúnmente visitan? ¿Se dirigen a mall, tiendas convencionales, supermercado o a través de internet?
- ¿De qué manera tienen acceso a los canales de distribución?
- ¿En qué se diferencia tu forma estratégica de distribuir con respecto a tus competidores?
- ¿Haría falta apoyarte en algún tipo de fuerza de ventas?
- ¿Habría la necesidad de valerte de alguna página web o red social para comercializar tu producto?
En fin, nada como una investigación previa y completa para poder saber exactamente qué hacer para no pasar desapercibido ante un mercado que aguarda por tu producto.
Promoción o publicidad
De nada valdría que tengas el mejor producto del mundo si nadie lo conoce. Y la mejor vía para que la mayoría de las personas sepan de él no es otra que la promoción. Pero, ¿Quiénes tomarían mayor ventaja en este caso? Pareciera que quienes dispongan del mejor presupuesto ya que contarían con recursos capaces de traspasar cualquier límite en cuanto a comunicación.
De igual manera, tendrían un paso adelante quienes se hagan de la mejor combinación de estrategias promocionales, así como la forma en que la desarrollen. Pero para que todo salga como esperas, además del dinero necesitarías tener claro lo que deseas transmitir, así como el público a quién piensas dirigirlo. De otra manera, podrías estar haciendo tu mejor esfuerzo, pero a ciegas.
De allí que sea una de las variables más importantes del marketing mix ya que impulsaría tu marca aumentando así las ventas. De hecho, cuenta con varios elementos que facilitan tal tarea como serían la organización de ventas, relaciones públicas, publicidad además de la promoción de ventas. Aunque hoy en día resulta evidente el cambio de enfoque de cara a la era digital.
Sin embargo, los canales tradicionales de comunicación como serían espacios publicitarios en televisión, radio y prensa siguen vigente más que nunca. De igual modo, las relaciones públicas serían otra alternativa de promoción, pero por las cuales no tendrías que pagar. Entre ellas valdría la pena mencionar a los comunicados de prensa, exposiciones, patrocinios, seminarios y eventos.
También el boca a boca pasaría a formar parte de este conjunto de alternativas de comunicación que poniéndolas en práctica correctamente daría sus frutos. Y, ¿cómo no ser así? si a través de la misma te sería posible resaltar los beneficios de tu producto mediante los testimonios de clientes satisfechos además de personas comunes. Y aquí el personal de ventas resultaría la pieza clave.
No obstante, el internet también te resultaría una estupenda herramienta para ponerla en práctica.
Pero como sea el caso, la prueba de fuego que develaría si tu estrategia de promoción estaría en la dirección correcta sería respondiendo acertadamente a las siguientes interrogantes:
- ¿Cuál es la mejor manera de transmitir tus mensajes de marketing a compradores potenciales?
- ¿Qué momento sería el más oportuno para promocionar tu producto?
- ¿Los anuncios de televisión tendrían el efecto deseado en tus intenciones de captar la mirada de tu público objetivo?
- ¿Serían más bien los medios sociales el camino idóneo para promover tu producto?
- ¿Qué estrategia de promoción utilizan tus competidores?
Como puedes aplicarlo a tu empresa
Lo primero que deberás hacer para que la aplicación del marketing mix en tu empresa sea efectiva es conocer de pies a cabeza a tu cliente. De otra forma, difícilmente podrías obtener resultados satisfactorios en la aplicación de sus variables esenciales como serían producto, precio, promoción y distribución. De modo que nada de ansiedad y dedícate a hacer las cosas bien hechas.
Así que esfuérzate en conocer las necesidades reales de tu cliente. Es decir, si fueras un redactor de contenidos o copywriter y tu producto son los textos persuasivos entonces deberás entender a tus clientes. Por una parte, estaría el cliente directo que sería el dueño de la página web que te está contratando. Y por otro lado estaría el público a quién iría dirigido lo que escribes.
En tal sentido, estás obligado a saber cómo le gustaría a ambos clientes que los trates. Porque al dueño de la página por ejemplo le gustaría que le entregues los escritos a tiempo y con la autenticidad del caso. Asimismo, agradecería que los textos estén redactados de manera tal que los buscadores puedan otorgarle una posición privilegiada basado en una intención de búsqueda.
Con respecto a las personas objetivo a quienes iría dirigido el artículo lo menos que esperan es leer algo sencillo y fácil de entender. Pero, sobre todo, que contenga la información que están buscando para así sentir la confiabilidad de que podrán resolver un problema dado. De este modo, aumentaría las probabilidades de que consuman el producto contenido en la página.
De igual manera, deberás saber que cualquier producto que tengas en mente vender genera costos operativos para poder producirlo. Y estos costos se elevarían aún más en función del nivel de satisfacción que te gustaría alcanzar con tus clientes. Siguiendo el ejemplo del redactor, este debe invertir en cursos de mejoramiento profesional, PC, conexión a internet entre otros.
Basado en ello, de su experiencia y del mercado, debe asignar un precio que guarde relación con el valor que ofrece pero que deje ganancias. Pero ojo, sin caer en el error de establecer un precio de gallina flaca ya que lejos de captar atención más bien podría generar que los clientes se alejen. Y no los culparía ya que podrían asociarlo de inmediato con productos de baja calidad.
En cuanto a la promoción la manera como te hagas conocer cada vez resulta más variada e incluso divertida. Sobre todo, en esta era digital donde las redes sociales ponen a tu disposición por ejemplo un sinfín de posibilidades. Y lo mejor de todo a bajo costo. Es muy común ver por ejemplo a redactores ofreciendo sus servicios de manera efectiva en plataformas básicas como Facebook.
El detalle está en que no la hacen en cualquier parte de esta plataforma sino en grupos asociados a la redacción. Porque es justo allí donde estarían ubicados los potenciales clientes lo cual aumentaría las probabilidades de contratación. Y eso aplicaría para el producto que tengas en mente comercializar el cual deberás publicitarlo exactamente en el lugar más conveniente.
Conclusiones
La forma como el ámbito digital ha venido cambiando todo, obliga a que debas estar en constante actualización con respecto al mercadeo de tu producto. Y no perder de vista la forma como aplicas las variables del marketing mix sería clave en este caso. Ya que de no estar a la par con prácticas vigentes te pondría en desventaja con tus competidores, situación que ellos no desaprovecharían.
Más aún si llegases a cometer el grave error de perder de vista los cambios en los gustos y preferencias de tus clientes. Y vaya que estos pueden cambiar sin previo aviso por lo que cual pestañeo podría ser fatal. De manera que a entender de una vez por todas que si en realidad te gustaría disfrutar de una amplia ventaja competitiva no debes olvidar que el cliente es lo primero.